miércoles, 7 de septiembre de 2011

Entre ficción y deseo.


Un amigo pintor me invita a su estudio porque está preparando una exposición para la Diputación. Pero no sólo eso, por primera vez el Gil Albert va a publicar un ensayo sobre su obra. Está muy abrumado. Aunque de repente ve que su esfuerzo y dedicación al arte se ve recompensado. Mi amigo es alcoyano, y en casi cuarenta años de trabajo no había realizado una exposición importante en Alicante. Mi amigo está recopilando toda la documentación oportuna, desde sus primeros trabajos hasta la actualidad: viejas fotografías ya casi olvidadas en cajas de cartón, catálogos antiguos, esfuerzos y logros, las primeras búsquedas de material, la falta de recursos…. Ya tiene varios ficheros donde ha ido recogiendo escritos de teóricos y críticos, de otros artistas, cartas de instituciones, etc. Todo un material que dos alumnos de historia del arte están clasificando y estudiando. Han sido muchos años de olvido por parte de las instituciones alicantinas, en los que ha sentido un gran desamparo que a veces se concretaba en hostilidad, pensando que no había ningún interés por un colectivo de artistas que sin duda estaban realizando su aportación cultural a la sociedad. Pero esas quejas se van disipando ante el nuevo proyecto que tiene por delante. Además estaba contento porque no iba a ser el único que iba a ser rescatado sino que la institución provincial, consecuentemente, seguiría con otros artistas, algunos de mayor edad, otros más jóvenes, pero con una trayectoria en las artes plásticas en toda la provincia.
Ante el olvido sistemático a los artistas de alicante y provincia por parte de la institución provincial, era difícil que Alicante fuera un destino artístico de interés para los que no residían en ella, por lo que han preferido buscarse otros horizontes en Barcelona, Valencia o Madrid, ya que además, Alicante ciudad, desde hace algún tiempo, no tenía repercusión en los circuitos artísticos. Han sido muchos años de ignorancia y de olvido para poder reconciliarse, así, de repente. Pero, esta nueva iniciativa, supone un cambio de rumbo en la institución que puede ser beneficioso para todos, artistas, institución y sociedad en general. Mi amigo y yo recordábamos como en la época de Franco, momento en el que nos conocimos, manteníamos un contacto bastante fuerte, a pesar de que los medios de comunicación eran mucho más precarios. Una mala carretera y un coche destartalado no impedían mis continuas visitas a Alcoy y la de ellos. Todos esperábamos que con la muerte del dictador, con la democracia, se agilizarían las relaciones entre los distintos pueblos de la provincia, para que la cultura se desarrollara. Esperábamos que, como mínimo, se mantuviera la conexión que hubo en los años previos a la democracia. Sixto Marco, creaba eventos en Elche en los que participábamos artistas de toda la provincia. Creó el Museo de Arte Contemporáneo de Elche en el que figuran muchos de nosotros. Mientras, Toni Miró, en Alcoy, también organizaba eventos de tipo comunitario, organizaba exposiciones personales y de grupo en el antiguo banco de España.
Pero en la actualidad esta relación entre artistas casi no existe, ni entre los artistas de cierta edad ni entre los más jóvenes, y a eso ha contribuido una visión de la cultura absolutamente nefasta, discriminadora, fuera de tiempo y sobre todo fuera de la realidad, del conocimiento de lo que se está realizando en el ámbito de la cultura en Europa y en el mundo.
Parece ser que ahora, los nuevos gestores de Diputación, están más por la labor de contemplar la actividad artística en su globalidad, sin discriminaciones, tratando de aunar a todos los protagonistas. Para ello, se ha anunciado ya el proyecto de una gran exposición colectiva en Valencia capital, en la que estén representados los artistas plásticos, sin discriminación de edad, que estén realizando un trabajo de interés. Esta es una ilusión que los artistas hemos tenido desde siempre, el poder competir en igualdad de condiciones en un escaparate más amplio que el provincial. En la historia de nuestra democracia, sólo ha habido una de estas exposiciones colectivas.
Mi amigo me comenta, terminada la visita, que le espera un buen trabajo, poner en actualidad toda su documentación, para contestar con su obra y su palabra a las preguntas de los historiadores sobre su visión del arte, del trabajo artístico, así como del arte en la provincia de Alicante…
Una historia bonita, ¿verdad?, pero lo sentimos, todo esto que habéis leído hasta aquí no es verdad, no ha ocurrido. Existen el amigo, los artistas, las circunstancias, pero lo que no es real es la gestión de las instituciones, es una ficción. Lo que sí es cierto, es que todo lo dicho es una vieja aspiración de todos los artistas, algo que debería ser absolutamente necesario que se produjera, ya que estamos perdiendo una oportunidad importantísima de recuperar a artistas, algunos ya desaparecidos, de realizar una verdadera historia del arte plástico que se ha hecho en nuestra tierra, desde los años sesenta hasta la actualidad.
Ante una nueva legislatura, siempre tenemos la esperanza de que las instituciones comprendan la necesidad de realizar estas conexiones para no perder el tren, no ya de la modernidad, sino de la coherencia y del conocimiento de nuestro pasado, y de nuestro importante presente. Queremos que haya una gestión que se ocupe de todos, que no excluya, que dé las mismas oportunidades, que nos integre y cohesione, no que nos separe. Si en otra época, sin la participación de las instituciones había un diálogo constructivo entre los artistas, esperamos, en esta época de democracia, poder actuar en colaboración con ellas, por el bien de todos.

Eduardo Lastres.

2 comentarios:

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  2. Eduardo, la labor de no exclusión y cohesión es algo por lo que se debe luchar, debería ser práctica y el hábito con el que se "vistiera al monje"; esto solo se puede conseguir con profesionales que estén capacitados para ofrecer un proyecto coherente: todavía estamos en manos de gente que no mira por el bien común, aunque esto puede cambiar...debería.

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